Estaba atrapada en un torbellino de emociones cuando decidí escribirle una carta a mi novio. Nuestra relación había estado pasando por momentos difíciles, y sentía que las palabras escritas podrían expresar lo que mi voz no podía transmitir. Aquella carta se convirtió en un punto de inflexión, en un giro inesperado que cambió el rumbo de nuestra historia juntos.
El poder de las palabras escritas
¿Alguna vez has sentido que las palabras toman vida propia al ser plasmadas en papel? Eso fue precisamente lo que experimenté al redactar aquella carta. Cada palabra, cada frase, parecía tener su propio poder, su propia magia. En un mundo donde la comunicación se ha simplificado a mensajes de texto y correos electrónicos rápidos, recobrar la costumbre de escribir una carta a mano fue como abrir una puerta hacia lo profundo de mis sentimientos.